El obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, fue el encargado de abrir la Puerta Santa de acceso a la ermita del Cristo
Ayer, Petrer vivió una jornada histórica con la celebración del acto de inicio del Año Jubilar, con motivo del 350 aniversario de la entronización de la imagen primitiva del Cristo de la Sangre del Monte Calvario. Más de 400 personas se congregaron para participar en este evento. El obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, fue el encargado de abrir la Puerta Santa de acceso a la ermita del Cristo, marcando el inicio de un año en el que los fieles podrán ganar el jubileo, un privilegio especial otorgado por la Santa Sede de Roma en reconocimiento a los 350 años de devoción.
La ceremonia contó con la concelebración de numerosos sacerdotes, así como la presencia de una amplia representación de la Corporación Municipal, encabezada por la alcaldesa de Petrer, Irene Navarro. La cofradía del Cristo de la Sangre, encargada del traslado de la imagen desde la parroquia de San Bartolomé a la ermita, estuvo presente junto con representantes de cofradías y mayordomías tanto de Petrer como de Elda.
Durante su intervención, el obispo Munilla destacó la profunda devoción que la imagen del Cristo de la Sangre ha suscitado a lo largo de los siglos: «En 350 años, miles de fieles se han emocionado con esta imagen del Cristo».
Por su parte, el cura párroco de San Bartolomé, Miguel Cano, hizo un llamamiento a los presentes para vivir este año con un profundo sentido espiritual: «Este es un año histórico para Petrer, no solo por todo lo que vamos a hacer y todo lo que hay programado, sino porque va a ser un año histórico en nuestro corazón y en nuestra vida de fe». Los organizadores habilitaron una pantalla en la ermita de San Bonifacio para que pudiera seguirse en directo también desde allí, y tras la misa hubo un disparo de fuegos artificiales.