Construida en 1779 sobre la antigua iglesia, en la fachada del templo destaca el escudo del conde de Puñonrostro promotor de la obra . Está dedicada a San Bartolomé Apóstol, patrón de Petrer.
Tras unos años cerrado al público, finalmente en 2015 se inauguró la rehabilitación y restauración del horno que mejor conservado se encontró durante el desarrollo de las labores arqueológicas.
SIENTE LA HISTORIA
ASÓMATE A LA HISTORIA DE PETRER
La existencia de una mezquita, sobre la que se edificó la antigua iglesia de San Bartolomé, ya está referenciada en 1597. El anterior templo estuvo ubicado en la parte posterior del actual, detrás del presbiterio. La fachada principal daba a la actual plaza de Ramón y Cajal, y en la superficie comprendida entre la iglesia y la plaça de Baix, habían casas.
Estababa dotadada de dos campanas, ocho altares laterales y el altar mayor que siempre tuvo como titular a San Bartolomé.
Finalmente en 1758 acordaron demolerla para levantar la actual iglesia.
Compraron las casas que quedaban entre élla y la plaça de Baix, y sobre el
solar resultante, el día 12 de abril de 1779 comenzó la construcción.
El escudo está esculpido en la fachada principal, a la altura del primer cuerpo
y sobre la puerta de entrada, es el escudo familiar de los condes de
Puñorostro, pero recoge los anteriores linajes de los señores de la Baronía de
Petrer.
La iglesia de Petrer, se concluyó en la segunda mitad del siglo XIX, entre 1859 y 1863, cuando ya acababa de cerrarse el amplio capítulo de la arquitectura académica española, erigiéndose de la mano del arquitecto Francisco Morell Gómez en una nueva muestra de la arquitectura de vertiente neoclásica en Alicante.
En esta iglesia destaca el gran volumen exento del conjunto, resuelto mediante una cúpula en el crucero y dos torres en el imafronte. La planta es de cruz latina, cubierta con bóveda de cañón con arcos fajones y lunetos.
El interior de la nave se compone con pilastras corintias y un balcón corrido superior. La cúpula es sobre tambor, con pequeñas ventanas en el mismo y un trasdós adornado con relieves de casetones.
Es interesante el amplio sistema de comunicación entre las capillas que las configura como dos naves laterales; también destacan la embocadura de las mismas y la cúpula con cupulino de cada una de ellas, por donde entra abundante luz.
Junto al presbiterio se sitúan la capilla de la Comunión en el lado de la epístola y la sacristía en el del evangelio, cerrándose así el rectángulo de la planta.
La nave y las capillas mantienen el blanco original, pero en el presbiterio se han dispuesto frescos y pinturas después que la iglesia resultase dañada por un incendio en 1936.
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